Jan Ullrich ha anunciado su retirada definitiva de la práctica del ciclismo profesional. Los últimos escándalos de dopaje en los que se ha visto envuelto han supuesto una pesada losa que el ciclista teutón no ha podido superar. Los tentáculos de la Operación Puerto han apresado a Ullrich de tal manera que le han forzado a decir ‘Auf Wiedersehen’.
Siendo objetivos, conviene afirmar que nos deja uno de los ciclistas más completos y con mejor palmarés de la última década (Tour de Francia’97, Campeón del Mundo CRI, Vuelta a España’99, Oro en JJ.OO. de Sydney…), aunque el ciclista alemán pasará a la historia por coincidir en el tiempo con una de las leyendas del ciclismo: Lance Armstrong (no en vano, quedó en tres ocasiones segundo del Tour por detrás del norteamericano).

A pesar de su magnífico palmarés, en los últimos tiempos Ullrich no había aportado nada al maltrecho mundo del ciclismo. De hecho, se había convertido en el blanco de sospechas de dopaje y apenas se había hablado de él por sus éxitos en la carretera. Vaya por delante que toda persona merece la presunción de inocencia y no pretendo criticar a Ullrich sin saber si es culpable o no por las prácticas dopantes sobre las que se le acusa.
No obstante, si que nos encontramos que el currículum extra-deportivo del ciclista alemán no es precisamente propio de un angelito: en 2002, Ullrich chocó su Porsche contra un aparcamiento de bicicletas y posteriormente se comprobó que conducía con una tasa de alcohol mayor a la permitida; en junio de ese mismo año, el alemán dio positivo por anfetaminas y reconoció haber consumido éxtasis (como consecuencia, fue sancionado seis meses y expulsado del equipo Telekom); en junio de 2006, el T-Mobile le suspendió por figurar su nombre implicado en la lista de la policía en la conocida Operación Puerto…
Llegados a este punto, pesa sobre el alemán una sospecha de dopaje de la que todavía no se ha dictado un veredicto. No me gustaría que se me tachara de oportunista por hacer leña del árbol caído, pero me niego a reconocer que al que en su día se le bautizó como sucesor de Miguel Indurain pueda pasar a la historia como uno de los mejores ciclistas que ha dado este deporte. Así que, aunque a muchos les duela, por muchas exhibiciones que haya podido protagonizar o por muy vibrantes duelos que nos haya podido brindar, yo no voy a echar de menos a Jan Ullrich en las carreteras esta temporada…