jueves, 22 de marzo de 2007
lunes, 19 de marzo de 2007
La eclosión de un intangible

Mario B. Fernández (Barcelona, 1983) va camino de convertirse en un especialista en esta faceta. De hecho, los aficionados canarios ya se han acostumbrado a no ver apenas anotar a su base suplente, pero sin embargo verle entre los mejores en las valoraciones al final del partido. Basta con comprobar sus estadísticas en los últimos cinco encuentros: sólo ha anotado 15 puntos, ha tirado siete veces a canasta y ha sumado 70 de valoración. ¿Cómo es posible? Porque el base catalán tiene un talento innato y una versatilidad enorme.
El colmo de su ‘intangibilidad’ lo demostró en la decimonovena jornada, contra el Fuenlabrada, cuando Mario anotó un único tiro de campo (un triple) y finalizó el encuentro con 23 de valoración. Y es que el base del Gran Canaria aporta rebote, reparte juego y defiende como el que más. Sólo así se entiende el éxito de este jovencísimo jugador, capaz de firmar unas estadísticas sobresalientes en la temporada de su debut en
Para los que no conozcan a Mario Bruno Fernández, cabe decir que proviene de la misma generación que Fran Vázquez, Edu Hernández-Sonseca o Roberto Guerra, aunque no lo ha tenido ni mucho menos tan fácil para llegar a la élite. Surgido de la prolífica pero en ocasiones desaprovechada cantera del Barça, la competitividad y la falta de oportunidades le llevaron a espavilarse en busca de minutos. Después de una temporada en EBA con el Barcelona, el base catalán ha ido ascendiendo progresivamente, pasando por cinco equipos distintos en cinco temporadas: Calpe (LEB-2), Aracena (1º Nacional), Menorca (LEB), CAI Zaragoza (LEB), y por último, Gran Canaria (ACB).
Su trayectoria es la de un luchador, que se ha tenido que curtir duramente en las categorias inferiores del baloncesto FEB para llegar a rendir en un equipo de la talla del Gran Canaria. Por eso, pese a no aparecer demasiado en las portadas de los periódicos ni en las crónicas por los puntos que anota, Mario Bruno Fernández merece el reconocimiento mediático por tener ese perfil de jugador de equipo que aporta un trabajo intangible, en muchas ocasiones poco reconocido, pero absolutamente imprescindible para el éxito del conjunto.
domingo, 11 de marzo de 2007
jueves, 8 de marzo de 2007
ACB: la piscifactoria de la NBA
Como demuestran los datos, cada año nuestra competición vive una particular fuga de estrellas que emigran deseosas de cumplir el sueño americano. Es evidente que
En un primer escalón estarían los ‘drafteables’: esos jugadores que por edad pueden entrar este mismo año en el Draft de
Un peldaño por debajo se encuentran los jugadores que ya estan escritos en las agendas de los ojeadores pero que por edad o porque aún estan muy verdes no pueden entrar en el draft, aunque a buen seguro en breve los podamos ver en el sorteo. En este sentido, la ‘joya de la corona’ y el nombre marcado en rojo en las libretas de todos los ojeadores es el de Ricky Rubio (DKV Joventut). Ricky es un auténtico diamante que aún está por pulir, pero tiene el potencial y el talento para dar el salto a la mejor liga del mundo. El único problema (bendito problema) es que sólo tiene 16 años. Esto significa que, en el mejor de los casos, hasta dentro de cuatro temporadas no podrá ser drafteado, tal como establecen las reglas de
Por otro lado, dentro de este grupo también podríamos incluir a algunos jugadores que ya juegan minutos importantes en sus equipos, aunque todavía no han acabado de despuntar. Es el caso de Goran Dragic o Juanjo Triguero (Murcia), Carlos Suárez (Estudiantes), Saúl Blanco (Fuenlabrada), Dimitry Flis (DKV Joventut) o Mario Bruno Fernández (Gran Canaria).
Por último, podemos englobar en el mismo saco a una serie de jugadores ya consagrados, muchos estrellas de ezado por Juan Carlos Navarro (sus derechos pertenecen a los Washington Wizards), una de las piezas más deseadas por la competición americana. Aparte de ‘
Ante semejante bombardeo de nombres, es impensable que tarde o temprano, muchos de ellos abandonaran la competición española buscando un futuro NBA. Se trata, sin duda, de la liga europea que más jugadores aporta a la competición norteamericana y todo apunta a que lo seguirá siendo. Es más,