domingo, 6 de mayo de 2007

De vacaciones con la cabeza bien alta

La temporada se ha terminado para los Toronto Raptors. Su derrota ante los New Jersey Nets por 98-97 en el sexto partido de la serie (4-2) ha mandado de vacaciones hasta la próxima temporada al equipo canadiense, y por consiguiente, a José Manuel Calderón, que puede irse de vacaciones más que satisfecho porque su temporada se puede calificar, cuanto menos, de sobresaliente.

El base de Villanueva de la Serena (Badajoz) por fin se ha hecho un nombre dentro de la galaxia NBA en su segunda temporada. Calderón ha moldeado su figura de reserva de lujo para Sam Mitchell a la sombra del base titular, T.J.Ford. El base español ha sabido interiorizar a la perfección su rol para aportar a Toronto intangibles como frescura, energía, carácter, velocidad, explosividad, dirección y, sobretodo, cabeza. Aunque todo ello no le ha impedido brillar con luz propia y anotar cuando ha sido necesario.

Lo primero que salta a la vista de la gran temporada de Calderón son sus números. El extremeño ha mejorado considerablemente su contribución al
equipo en su segundo año en la Liga. Ha pasado de firmar unos promedios de 23.2 minutos, 5.5 puntos, 2.2 rebotes y 4.5 asistencias en 64 partidos como rookie, a unos impresionantes 21.0 minutos, 8.7 puntos, 1.7 rebotes y 5.0 asistencias, en 77 partidos.


Lo que llama poderosamente la atención en sus estadísticas es que, pese a que como sophomore ha jugado menos minutos, Calderón ha mejorado notablemente sus promedios en puntos y asistencias. Esto se entiende por su trabajo en su tiro, que le ha llevado a mejorar considerablemente sus porcentajes: de un 42.3% en tiros de campo el pasado año ha pasado a un 52.1%, mientras que en los triples la mejora ha sido evidente: de 16.3% a 33.3%. Lo cierto es que Calderón esta temporada ha tirado más y mejor, recogiendo los frutos de todo el duro trabajo de tiro realizado a lo largo del año. Además de ganar en acierto, también ha ganado en confianza, tanto la que le han brindado sus compañeros como la que tiene en él mismo.

Por hacer hincapié en la faceta que más caracteriza a un base, conviene destacar un aspecto curioso en las estadísticas de ‘Calde’ que confirma su categoría. Este año ha terminado como el segundo mejor pasado del equipo (5.0 app), sólo por
detrás del base titular del equipo T.J.Ford (7.9 app). Pero las estadísticas de Calderón arrojan dos datos muy interesantes: por un lado, Calderón ha terminado cuarto en el ránking de asistencias por pérdidas de balón (3.52), una faceta en la que los entrenadores se fijan mucho; por otro, Calderón ha acabado sexto en el ránking de asistencias por 48 minutos (11.5). Esto significa que de jugar los 48 minutos de partido, Calderón sería el sexto mejor pasador de la NBA, sólo por detrás de jugadores de la talla de Steve Nash (Phoenix), el propio T.J.Ford, Deron Williams (Utah), Jason Kidd (New Jersey) o Chris Paul (New Orleans). Y por delante de otros ‘monstruos’ como Baron Davis (Golden State), Chauncey Billups (Detroit), Tracy McGrady (Houston), Tony Parker (San Antonio) o Gilbert Arenas (Washington), entre muchos otros. Ahí es nada.

Pero en mi opinión, lo más importante de la temporada para Calderón es que ha debutado en los play-offs. A pesar de que su primera experiencia en la post-temporada ha terminado con mal sabor de boca, ‘Calde’ ha hecho historia al convertirse en el primer español que gana un partido de play-off en la NBA. Si la temporada regular ha sido magnífica, la actuación de Calderón en los play-offs se puede calificar de memorable. A pesar de la intensidad, la dureza y la exigencia de la post-temporada, Calderón ha respondido mejorando sus promedios a 24.3 minutos, 13.0 puntos, 1.7 rebotes y 5.3 asistencias en los séis partidos que ha durado la serie. Para el recuerdo nos queda el quinto partido de la eliminatoria, en el que Calderón firmó su mejor actuación como profesional. Con los Raptors con un 3-1 en contra en la serie, el base extremeño se destapó y lideró a Toronto a la victoria por 98-96 con 25 puntos (su tope profesional) y 8 asistencias.



Así que, después de este análisis, sólo me queda afirmar que, si todo
va por los cauces lógicos, tenemos binomio Calderón-NBA para muchos años. En este instante me asalta la duda de que sería lo mejor para el futuro de Calderón, si quedarse en Toronto o buscar nuevos retos en otro equipo NBA. Haga lo que haga, José Manuel Calderón va camino de convertirse, si no lo es ya, en el mejor base español de todos los tiempos.

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